COMO SIEMPRE, LA DIFERENCIA SON LAS PERSONAS

En el mundo global en el que vivimos, donde nadie nos pide permiso para dar un paso adelante, ni siquiera al costado o atrás, las empresas se encuentran ante un gran desafío: el cambio de hábito de consumo y  por ende la relación con su cliente habitual o potencial.

Las mejoras internas que pueda realizar hoy una empresa para lograr captar la atención de sus clientes y que estos visiten sus tiendas no serán suficientes, los ajustes, cambios de tecnologías de gestión, remodelings, colecciones, etc…no serán suficientes…Todos haremos lo mismo, todos llegaremos al top de nuestras posibilidades…pero aun no será suficiente…
Hoy el cliente decide de una manera diferente, más allá de tener la tienda al lado de su casa, si él no está convencido no irá…¿Y de donde nace ese convencimiento?
Las empresas referentes, las empresas líderes, no lo son solo por su magnitud, sino por lograr “la asociación” inconsciente del cliente entre la marca con el sustantivo: A=supermercado; B=comida rápida; C: B: bebida; D: bricolaje….



¿Y qué es ese factor diferencial que convence como dirían los psicólogos al “sistema límbico profundo (DLS)” (parte del cerebro que controla nuestra emociones y experiencias)?
Desde Marketing nos responderíamos que es el valor de la marca, la imagen de marca, y responderíamos, si pero aun no es suficiente…
Desde Recursos Humanos diríamos que es la imagen empleador, o la satisfacción del empleado reflejada en cada acción diaria de nuestro negocio más su participación directa en la toma de decisiones…. y responderíamos, si pero aun no es suficiente…
Tal vez porque “todo tiene que ver con todo” y es todo estimulado por la relación que tenga la empresa con la sociedad cree ese sello de identidad  capaz de estimular la cultura de la necesidad cliente y la asociación por segmentos de consumo determinada.

La responsabilidad de los managers y responsables de equipos es clave. Entender que no solo su rol de gestor interno es el que dará los resultados comerciales esperados, sino la capacidad que este tenga para lograr un equipo dueño de su proyecto, propietarios en un negocio compartido, donde el cliente que entre cubra todas sus expectativas y siempre “alguna mas”. Y de cara en externo que sea capaz de lograr una relación de proximidad concreta colaborativa con los sectores sociales claves de su zona de influencia, y esa consecuencia  compartirla con las redes sociales  y los medios de comunicación dando respuesta a sus necesidades.

La diferencia con la competencia serán como siempre las personas, la forma de trabajar, de actuar, de compartir nuestra esencia..nuestros valores como ejes concretos de nuestro modelo…nuestros sistema participativo vivido desde las entrañas de nuestro oficio.. capaz de lograr la identificación de nuestro colaboradores (trabajadores) y por qué no…establecer esa identificación “cliente=necesidad= amigo.”