Esto depende de mí (El optimismo inteligente)

Los científicos aún no han podido demostrar cómo incentivar la motivación interna. Quizá por ello muchas veces confundimos la motivación y optimismo. Dentro de esa mixtura vertiginosa de información que recibimos sobre estas temáticas, no llegamos a diferenciar exactamente una cosa de la otra. Estamos en un mundo tan recargado de “frases pinterest” que reconfortan nuestra mirada instantánea en nuestros teléfonos móviles y que no llegan a digerirse en nuestra alma, que debemos trabajar estos temas con guantes de nitrilo.

Hasta ahora conocemos cómo se pueden generar las motivaciones externas, con infinidad de estrategias cada día más innovadoras que se están utilizando por ejemplo en el mercado laboral con los colaboradores. Éstas provocan un verdadero cambio temporal en las personas y en los ambientes de trabajo, pero todos sabemos y somos conscientes que eso tiene un recorrido limitado.

Por lo tanto ¿dónde estará la clave para poder abordar estos temas con el mejor de los resultados? Primero vamos a conceptualizar para poder comprender:
  • Motivación: Conjunto de factores internos o externos que determinan en parte las acciones de una persona (Fuente RAE).
  • Optimismo: Propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable (Fuente RAE).
Vemos claramente que dentro del primer concepto hay dos elementos compartidos: la influencia exterior y la interior, que pueden ayudar a elevar o bajar la motivación. Dentro de cada uno de ellos aparecen las circunstancias personales y/o profesionales, en convivencia con el entorno, las expectativas, los miedos, deseos, necesidades, las frustraciones, etc.


Y por otro lado el optimismo, que ya por definición nos sitúa en un plano de auto responsabilidad, porque nos marca que tenemos una inclinación o tendencia. Y esa inclinación o tendencia dependerá exclusivamente de nosotros. Por lo tanto, es una elección que depende únicamente de mi.


Un grupo de investigadores ha descubierto que unos diez segundos antes de saber que se toma una decisión, se activan una serie de patrones en el cerebro que determinan la elección final. Vaya responsabilidad que tiene nuestro amigo el cerebro y que cantidad innumerable de oportunidades se podrían identificar y seleccionar consiguiendo una tendencia positiva sobre nuestro optimismo. Este estudio de John Dylan Haynes y su equipo es tan importante porque nos confirma que el resultado final de una decisión está directamente relacionado con la actividad cerebral mucho antes del momento en el que creemos tomar la decisión.


Por lo tanto, podríamos afirmar que la motivación depende de los otros, de nosotros y nuestras circunstancias, pero el optimismo es un ejercicio de elección, compromiso y madurez unipersonal que ayudará a esa actividad cerebral previa. En definitiva, somos un imán y atraemos lo que sentimos. No es un tema de mentalismo, es un tema de convicción. 

Quiero, deseo, puedo, lucho y  aprendo. Porque en esa permanente búsqueda por la estabilidad tenemos el beneficio de la observación, y si podemos observar podremos cambiar las conductas, y si somos valientes cambiando las conductas podremos “optimizar” el futuro de nuestras decisiones. En lugar de preocuparnos vamos a ocuparnos, porque ser optimista no es fácil, no es una postura, no es una sonrisa al pasar, no es un estado de excitación temporal, no es un eslogan “cool”. 


Se trata de una forma de elegir cómo vivir cada segundo de nuestra vida personal y profesional sin excusas, y una forma de relacionarnos y comunicarnos con los demás. Porque son nuestras propias creencias sobre lo que somos y lo que podemos las que van a determinar lo que podemos ser realmente. Creencias que amordazan al optimismo, y nos obligan a repetir conductas que terminan siempre en los mismos resultados. 


Si más del 90% de nuestro éxito está basado en la insistencia, cultivemos nuestra mente con optimismo inteligente, porque el cambio de paradigma está en nosotros. Motivemos al optimista que llevamos dentro, porque la vida es demasiado corta para verla pasar sentado en el umbral de nuestras excusas. 

DIEGO LARREA BUCCHI 
Twitter: @larreadiego 
Linkedin: es.linkedin.com/in/diegolarrea/
Canal Youtube: https://www.youtube.com/diegolarreabucchi