LOS MEJORES REFERENTES DEL LIDERAZGO

Muchas veces buscamos en libros, fórmulas o procesos lo que tenemos muy cerca de nuestro día a día. Cuando hablamos de grandes Gestores de Equipos o nos referimos al Nuevo Liderazgo tenemos, sin saberlo, una imagen muy presente en nuestras vidas: nuestros padres.

Independientemente de celebrar hoy su día, para esta reflexión me permito utilizar esta palabra para referentes de nuestras familias, padre, madre o quienes hayan tenido el privilegio de ser nuestros guías en nuestro crecimiento. Una mención especial a quienes han liderado y lideran sin procesos, ni metodologías, ni digitalizaciones, ni sistemas, la empresa más importante que es la familia, en todas sus formas y estructuras.

Quizá no nos atrevemos a hacer esta comparativa pensando en que nuestros referentes de infancia no estaban comprometidos con una “Cuenta de Resultados”. Pero muy alejados de esa teoría, ellos estaban y están comprometidos con el desarrollo y el éxito de nuestras vidas. Dos palabras que pueden encajar perfectamente en el Manual del Manager.

Es verdad que su último fin es nuestra felicidad. Pero si los resultados acompañan o el desarrollo se acrecienta y los índices se dibujan en verde, de alguna manera otro tipo de “felicidad” se respira en el ámbito empresarial.

Ya los filósofos griegos Platón o Aristóteles fijaban que los líderes no solo se caracterizaban por sus conocimientos, sus habilidades o su experiencia sino sobre todo por su actitud. Y las actitudes configuran el ámbito de la ética.

Los buenos modelos del management emanan de los buenos referentes primarios. 

Gracias, especialmente hoy, a mi padre. Por enseñarme la palabra compromiso, por enseñarme en qué consiste ser una persona coherente, por ser exigente y esperar lo mejor de mí. Por no ocultar su deseo de que mis resultados sean los mejores, por acompañarme en cada minuto, a su manera, con su forma de ser, quizá no lo comunicativa que uno hubiera querido pero sí lo efectiva que uno ha necesitado. Gracias por ser mi mentor y mi espejo en el que reflejarme. Gracias por demostrar que una empresa como la familia requiere de una estrategia pero también necesita saber dominar el timón en tempestades y en tiempos de bonanza y cuando hay que cambiar rápidamente el norte, hacerlo con decisión y firmeza. 

Ser líder no significa ser popular. Liderar es guiar, ser referente y modelo a seguir. Para que una Empresa tenga un crecimiento extraordinario y sostenido, necesita de grandes personas, de grandes profesionales y de grandes líderes. Ya que ellos serán el ejemplo y guía para las nuevas generaciones de managers dentro de la propia organización.

Un buen líder no necesariamente es aquel que tiene grandes títulos o el nombramiento de un puesto dentro de una organización. Ser un líder implica –en primer lugar- dirigir tu propia vida con responsabilidad, visión y disciplina.  Un líder es una persona congruente y de palabra, que hace que las cosas sucedan, un facilitador, que establece los buenos lazos de confianza y credibilidad para una constante superación personal y profesional y crear un ambiente de permanente colaboración y evolución.

Gracias a todos los referentes por demostramos una vez más que en las cosas simples están las grandes respuestas. Gracias por estar en estos tiempos tan complejos aprendiendo y a la vez enseñando aunque los tiempos hayan cambiado abruptamente. La pandemia nos ha dado un duro revés y tenemos que gestionar mitad en casa y mitad en la oficina, con hijos, comidas, y lavadoras entre nuestros ordenadores, reinventando negocios o haciendo números para comenzar un nuevo día.  

Gracias a los mejores referentes del liderazgo.