Hoy este post está dedicado a todos ellos/as que por falta
de posibilidades, por falta de trabajo, de desencuentros personales y
profesionales, están en una situación crítica, mal consigo mismos, mal
con su contexto más próximo, su familia, hijos y pareja…frustrados, desanimados…a
ellos/as que pasan noches y noches pensando cómo será el amanecer del próximo día
y que la solución aun no ha llegado o quién sabe si llegará…a ellos/as mis
amigos/as, mis seres más queridos, y a aquellos desconocidos que están del otro
lado de estas letras.
Desde estos ámbitos de participación tenemos la libertad y el derecho a expresarnos, dejar plasmados nuestros pensamientos e ideas, pero me veo en la obligación, hoy puntualmente, de establecer un puente simbólico entre la realidad y la teoría, un puente que nos permita hablar o escribir sin ser abstractos o no bajar mensajes estandarizados cuando muchos de nuestros lectores no están en una buena situación personal/profesional y necesitan alguna vez leer un “¡¡¡TU PUEDES!!!” más que un “HAZLO DE ESTA MANERA que según la teoría y mi experiencia lo vas a lograr”. Esto no es un acto de coaching, ni ningún escrito de seudo psicológico de animación de equipos, ni mucho menos. Es simplemente, como me decía ayer un amigo: “aplicar el sentido común”.
Desde estos ámbitos de participación tenemos la libertad y el derecho a expresarnos, dejar plasmados nuestros pensamientos e ideas, pero me veo en la obligación, hoy puntualmente, de establecer un puente simbólico entre la realidad y la teoría, un puente que nos permita hablar o escribir sin ser abstractos o no bajar mensajes estandarizados cuando muchos de nuestros lectores no están en una buena situación personal/profesional y necesitan alguna vez leer un “¡¡¡TU PUEDES!!!” más que un “HAZLO DE ESTA MANERA que según la teoría y mi experiencia lo vas a lograr”. Esto no es un acto de coaching, ni ningún escrito de seudo psicológico de animación de equipos, ni mucho menos. Es simplemente, como me decía ayer un amigo: “aplicar el sentido común”.
Desde esa teoría encontramos frases como: "Las cosas no son difíciles. Son difíciles porque no nos atrevemos", dijo Séneca. La fuerza de voluntad, la fe y no tener miedo a fracasar son, en muchos casos, la clave del éxito incluso en las condiciones más adversas anteriormente planteadas.
"¡Querer es
poder!", también reza el dicho popular que a veces escuchamos en boca
de aquellos que nos aprecian para darnos aliento frente al reto o la
adversidad. "Más hace el que quiere
que el que puede", es el argumento que a menudo pretende explicar cómo
alguien ha logrado algo que parecía imposible dadas sus facultades, condiciones
o circunstancias. Pero, ¿es cierto que
querer es poder?, ¿realmente hace más el que quiere que el que puede?, ¿hasta
qué punto la voluntad, la perseverancia, la fe y el propósito vencen a la
adversidad y a las circunstancias desfavorables?
Nos aferramos en estos momentos de vacios, soledades y
desesperanzas a modelos que en nuestra niñez, o nuestra adolescencia, juventud,
han sido grandes símbolos para nosotros de cómo superar los obstáculos, las
dificultades, los malos momentos. Cerramos los ojos y los vemos..un
padre/madre..abuelo/a… ese tío/a querido/a.. y decimos que si ellos pudieron
nosotros también. Otros también observan a sus hijos, y sus sonrisas e
inocencia hacen que en nosotros se
desprenda ese NUESTRO PEQUEÑO SUPERHÉROE
que casi todo lo puede y nos aferramos a ese disfraz al menos por ese día y salimos
a luchar, a encontrar esa nueva posibilidad, aunque a la hora que ya los
has acostado a dormir, ese superhéroe se tumbe en el sofá rendido y hasta a
veces con los ojos húmedos. Esa es la pura realidad.
La otra, es la historia teórica, que también nos hace reflexionar, y nos cuenta que Einstein y Edison fueron considerados retrasados mentales durante su infancia, incomprendidos y rechazados por un entorno que luego contempló perplejo cómo los frutos de sus talentos cambiaban para siempre el curso de la historia. Todo en un contexto adverso, lleno de imposibilidades, de frustraciones que a lo largo de los años dieron los resultados que ellos esperaban. O cómo los descubrimientos de Fleming, Pasteur, Servet, Copérnico y tantos otros les costaron desde la vida hasta el rechazo más contundente de sus coetáneos. Otros, como Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Martin Luther King o Teresa de Calcuta, han demostrado también con su vida que las utopías pueden tocar la realidad cuando el propósito y la voluntad son firmes y los principios marcan una clara dirección y sentido, no sin un terrible sufrimiento que sólo la confianza y la entrega absoluta a una causa mayor que uno mismo son capaces de vencer. Esa confianza y esa entrega es la que no debemos perder.
La otra, es la historia teórica, que también nos hace reflexionar, y nos cuenta que Einstein y Edison fueron considerados retrasados mentales durante su infancia, incomprendidos y rechazados por un entorno que luego contempló perplejo cómo los frutos de sus talentos cambiaban para siempre el curso de la historia. Todo en un contexto adverso, lleno de imposibilidades, de frustraciones que a lo largo de los años dieron los resultados que ellos esperaban. O cómo los descubrimientos de Fleming, Pasteur, Servet, Copérnico y tantos otros les costaron desde la vida hasta el rechazo más contundente de sus coetáneos. Otros, como Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Martin Luther King o Teresa de Calcuta, han demostrado también con su vida que las utopías pueden tocar la realidad cuando el propósito y la voluntad son firmes y los principios marcan una clara dirección y sentido, no sin un terrible sufrimiento que sólo la confianza y la entrega absoluta a una causa mayor que uno mismo son capaces de vencer. Esa confianza y esa entrega es la que no debemos perder.
La teoría se mezcla con la pura realidad y hoy la Psicología Positiva se centra en el estudio de los rasgos de carácter que ayudan a las personas a sentirse dichosas, desarrollar su potencial y a mantenerse mentalmente saludables. Hoy se está trabajando para explicar cómo lo mejor del alma humana puede transformar la realidad individual y colectiva.
Esta realidad individual, donde un contexto tan complejo como hoy en día con la falta de oportunidades profesionales y/o laborales, requiere de una fuerza interior muy solida y “a prueba de balas”.
Edison afirmaba a menudo: "Los que dicen que es imposible no deberían molestar ni interrumpir a los que lo están haciendo", cuando alguien objetaba lo "absurdo" que era tratar de inventar una lámpara incandescente, un fonógrafo o un telégrafo, todos ingenios que él creó. Y más allá de los casos notorios de aquellos que superaron su destino gracias a su fuerza interior, abundan historias menos conocidas, que están incluso entre nuestros seres queridos, en esos en los que pensamos cuando buscamos fuerzas, que muestran de manera elocuente el enorme potencial del ser humano cuando la voluntad y la entrega definen un propósito vital.
En algún momento podremos hacer lo que deseemos si lo intentamos lo suficiente, y si el plan A nos ha fallado, el B, y el C, y el D nos estarán esperando. Con tesón y fuerza de voluntad. Con realidad pero con optimismo. Levantarse siempre. El verdadero "poder" que nace del "querer" no radica en lo aparente, lo ostentoso, lo externo, y que no es sólo una simple cuestión de fuerza física, ingenio, riqueza o inteligencia. Hay algo mucho más importante que tiene que ver con la fuerza interior.
El verdadero poder surge de lo más profundo del alma de cada
ser humano: es aquella fuerza que nos hace afrontar los retos, levantarnos
después de caer una y mil veces, luchar por una causa justa o necesaria, no
perder nunca la esperanza, perseverar, dar una lectura constructiva a todo
cuanto nos sucede, saber que eso que llamamos "yo" es en realidad un
"nosotros", y actuar en consecuencia, celebrar y agradecer cada
instante de la vida, poner al mal tiempo buena cara, trabajar con el corazón
por un futuro mejor para todos, avanzar sin miedo, entregarse a cada desafío de
la vida con coraje, responsabilidad, humildad y confianza
En definitiva, quizá el auténtico poder es el que nace de
desarrollar la capacidad para cambiar la realidad individual y colectiva
gracias a la fuerza de nuestras actitudes.
"No es porque las cosas sean difíciles que no nos atrevemos. Es porque no nos atrevemos que las cosas son difíciles", dijo Lucio Séneca. Y esta sabia afirmación sigue vigente más de 2.000 años después. Por ejemplo, según un amplio estudio publicado por la revista americana Forbes, el número promedio de veces que un emprendedor se ha arruinado antes de consolidar una gran empresa es de 3,5 veces. Un dato que conviene tener en cuenta para no perder el ánimo.
Hoy NUESTRO PEQUEÑO SUPERHÉROE que casi todo lo puede ha salido a pensar un rato, a juntar un poco de fuerzas, a ver cómo trazar el nuevo plan, el nuevo camino, la nueva estrategia de éxito, para que ese poder especial que lleva dentro de sí (que lo hace único) aflore en el momento más oportuno, y logre el éxito que se ha propuesto, por más que los “villanos” se lo impidan una y mil veces, demostrará que por algo es quien es. Y la felicidad propia y de los que lo rodean será irrepetible. En la sociedad de lo confuso, de las injusticias, de los desánimos y de las teorías regaladas, un poco de luz, un poco de ánimo, y un mensaje de esperanza que aun…es gratis.