DALE AL PLAY (NUEVOS PERFILES PARA LOS NUEVOS TIEMPOS)

Recuerdo cuando llegó el primer videograbador a mi casa, una alegría inmensa por parte de todos, ese “misterio” de cómo grabar, cómo reproducir un video (VHS) y todo el universo de oportunidades que se nos abría en nuestra mente. También recuerdo a mi madre temerosa en su afán de no equivocarse, donde las teclas de PLAY, o STOP, o REW, o FF, eran todo un desafío. Pasados los años, que parecen muchos pero no lo son (así de rápido avanza el mundo de la comunicación y cada vez más) ella misma se sienta en su ordenador, abre su correo, sus redes sociales, sus videochats (Skype o Hangouts Gmail) y se comunica perfectamente con su hijo al otro lado del mundo. Evolución, ganas, esfuerzo, necesidad, etc.


Dentro de nuestro mundo laboral, la introducción en las nuevas tecnologías está repercutiendo no sólo en la fabricación de productos, y en su diseño, sino también en las reflexiones sobre cómo estamos preparados a nivel empresa para ser capaces de acompañar a nuestros trabajadores en este inminente  cambio cultural que esto conlleva y cómo estos perfiles que tenemos se adecúan a las nuevas necesidades.

Aun siendo un sector milenario, el comercio sigue evolucionando y, a raíz del gran impacto que Internet, las redes sociales, y los sistemas móviles están teniendo en nuestra forma de elegir y de comprar, ya escuchamos y/o planificamos nuestros proyectos "omnicanal" o "tienda on/off". 

Por tal motivo, el retail se replantea cuál es el nivel competencial de sus colaboradores, mirando de frente a estas nuevas estrategias de negocio y sobre todas las cosas de cara a las nuevas necesidades y experiencias clientes.

Los nuevos perfiles profesionales de este sector clave se alimentan de conocimientos que giran en torno a la psicología, la gestión, el retail marketing y habilidades directivas, con el objetivo de poder impulsar el crecimiento de empresas del comercio y la distribución, en base al conocimiento del comportamiento del consumidor, el uso de las nuevas tecnologías en todos los campos siendo conscientes del impacto de las mismas en los hábitos del consumo y teniendo la mirada lo suficientemente amplia ver que las oportunidades y el mercado son globales.


Hoy en día, las empresas de distribución en sus primeras reflexiones ante esta realidad que golpea ante sus puertas, buscan jóvenes con talento,  con preparación universitaria y vocación directiva, que estén atentos a los estilos de vida que se perfilan en cualquier rincón del mundo, que sean profesionales capaces de establecer relaciones comerciales con empresas de otros países y que estén abiertos a los constantes cambios del sector y sepan adaptarse.

¿Y qué hacemos con todo nuestro equipo, Generación “E” incluida 
(ver en este Blog: http://management-participativo.blogspot.com.es/2013/07/la-generacion-e-experiencia.html)  que ha remado hasta el día de hoy codo a codo con nosotros y que nos han dado la oportunidad de estar en la línea de meta ante esta nueva oportunidad?

Las nuevas tecnologías nos aportan una nueva oportunidad de cara a nuestros clientes y a nuestros trabajadores. Queremos sumarnos y para ello debemos contemplar no solo el esqueleto del proyecto sino también el corazón, que como siempre son las personas.

No queremos ni debemos replantearnos otra empresa diferente, otro modelo interno, otros valores, sino ser capaces de adaptar, formar, acompañar a nuestros trabajadores en esta transformación. Sin ellos caminamos hacia el fracaso. Evidentemente “el querer” está en sus manos, pero será nuestro compromiso como empresa dar el primer paso. Hoy complementaremos perfiles, adecuaremos  competencias y funciones ya existentes, siempre con la esencia que hasta hoy nos ha caracterizado. 

La formación, el acompañamiento, la animación serán las llaves de esta nueva actualización de nuestra plantilla. Donde ayer necesitábamos un reponedor de nuestros lineales hoy además buscamos un/a trabajador/a que con los valores de empresa tenga una excelente pasión cliente y por ende una buena atención cliente. Pero allí no termina nuestra necesidad: también queremos que en breve sea capaz de gestionar y participar de una Comunidad interna en la su empresa compartiendo su oficio y su realidad con otros pares, fomentando las buenas prácticas y la productividad, porque nuestro sistema de comunicación interna nos lo demanda para estar en sintonía, y en el mismo dispositivo que este trabajador gestione las necesidades cliente vía Comunidad externa. Y todo dentro de las nuevas propuestas de plataformas tecnológicas que hoy tenemos a nuestro alcance.

Solo pensar en ese futuro esquema de trabajador/a en nuestra sala de ventas nos desmonta todo el esquema que hasta hoy teníamos trazado, y es por ello que hoy es el buen momento para una profunda reflexión y rápida acción.
  
Esta rápida acción no permite ninguna duda, porque el “partido ya ha comenzado”: la estrategia omnicanal es aquella que permite al consumidor comprar desde cualquier lugar y solicitar el envío de los productos a destinos distintos según sus preferencias personales. Esta tendencia ha sido impulsada por la omnipresencia de la web y los smartphones.

Las expectativas del cliente han cambiado y ahora espera poder cambiar indistintamente de canal para comprar vía web, devolver una compra online a una tienda física, comprobar la disponibilidad de stock y reservar un artículo en tienda, por ejemplo.

Esa nueva web como plataforma de venta esencial y el increíble aumento de los smartphones como herramienta de comunicación ha cambiado totalmente el panorama. Los grandes comercios han sabido verlo y están en su mayoría reaccionado rápidamente, siendo quizás los minoristas medianos y pequeños los que se vean con mayores dificultades.


Las redes sociales nos permiten estar muy cerca del consumidor final y establecer con él una relación de confianza basada en valores compartidos. También es importante saber cuidar y mantener la imagen de la empresa en estos canales así como entender las redes sociales como fuentes de inspiración: en ellas se generan muchos debates sobre gustos, nuevas necesidades,  uso alternativo de productos… que recogidas al vuelo pueden suponer auténticas posibilidades de negocio.

Esta Tercer Revolución Industrial es un cambio de paradigma tecno-socioeconómico, un cambio en las herramientas y en los modos de hacer las cosas, es un cambio en patrones organizativos, en la profundización de nuestro estilo de management de la mano de nuevas posibilidades tecnológicas con un componente humano clave en los objetivos. Y además, es encontrarse frente a un enorme potencial de generación de riqueza, cuyo aprovechamiento exige adoptar una nueva lógica.

Las posibilidades de construir un modelo nuevo y viable dependen de que comprendamos profundamente en qué consiste y cuáles son las características de ese nuevo potencial de generación de riqueza que tenemos por delante y, obviamente, tenemos que entender que si bien la tecnología es una herramienta esencial en cualquiera de esos proyectos, si no trabajamos con las personas, esta batalla la tenemos perdida antes de comenzar. 


No tengamos miedo de enseñar a darle al PLAY ya que nos sorprenderíamos de los resultados.