Como cualquier grupo de personas, los grupos de música
nos pueden dar lecciones de gestión empresarial. Hace unos años atrás me
hubiese resultado inimaginable poder comparar dos “escenarios” tan diferentes
como el mundo de la empresa y el mundo del rock. Haber vivido y disfrutado de
ambos de manera personal siempre me ha provocado buscar de alguna manera en mi interior los puntos comunes que entre
ambos tienen. Integrado por personas y
para las personas intentaremos desentramar esos lazos que desde la aparente
formalidad a la aparente informalidad nos pueden dar grandes pistas para
fortalecer nuestro management en nuestro día a día.
Hemos escuchado, hablado
y visto muchas comparaciones entre el mundo del deporte y el mundo
empresarial, muchas veces con grandes
aciertos. Pero el mundo de las musas también tiene algo que decirnos al
respecto, por ejemplo, el liderazgo, la motivación, el trabajo en
equipo, la innovación, también el marketing, los clientes finales, etc, son conceptos que se usan habitualmente en las
reuniones de trabajo de nuestras empresas, pero que también están en el trabajo
diario de los grupos musicales.
Desde la mínima esencia de la construcción físico/musical de un grupo podemos comenzar a entender algunos pequeños grandes detalles que a simple vista no se perciben: una batería sin un bajo y viceversa (dentro de esta construcción musical) no son en sí mismas “casi nada”, pero juntas realizan la combinación clave para marcar el tempo de la canción, cualquier desviación de ese subequipo puede causar el caos en medio de una ejecución. Son dos instrumentos que dentro de un gran equipo pueden parecer irrelevantes, porque no es lo que a primera escucha detectamos, no son los que se suelen “vender mejor” o están en boca de todos, pero son el motor, el corazón de nuestro proyecto, de nuestro equipo. La elección de ellos será fundamental y su profesionalismo vital para que todos los demás instrumentos (o personas) puedan subirse a su carro y comenzar a darle forma a esa canción o a ese nuevo desafío de un Departamento por ejemplo.
El resultado final del líder sea de un grupo musical o de un equipo de trabajo dependerá muchísimo de su equipo. Su talento será tal si logra el compromiso, la aportación y también el buen protagonismo de su gente para que cada uno desde su lugar se sienta como si el proyecto fuese verdaderamente suyo, más que de su talento de cara al exterior. La cuestión no es si el líder puede solo o no, de hecho muchos músicos han logrado grandes carreras profesionales luego de sus años con una banda. La cuestión es saber contar con la habilidad de rodearse de los mejores y de hacerlos sentir como tales.
Desde la mínima esencia de la construcción físico/musical de un grupo podemos comenzar a entender algunos pequeños grandes detalles que a simple vista no se perciben: una batería sin un bajo y viceversa (dentro de esta construcción musical) no son en sí mismas “casi nada”, pero juntas realizan la combinación clave para marcar el tempo de la canción, cualquier desviación de ese subequipo puede causar el caos en medio de una ejecución. Son dos instrumentos que dentro de un gran equipo pueden parecer irrelevantes, porque no es lo que a primera escucha detectamos, no son los que se suelen “vender mejor” o están en boca de todos, pero son el motor, el corazón de nuestro proyecto, de nuestro equipo. La elección de ellos será fundamental y su profesionalismo vital para que todos los demás instrumentos (o personas) puedan subirse a su carro y comenzar a darle forma a esa canción o a ese nuevo desafío de un Departamento por ejemplo.
El resultado final del líder sea de un grupo musical o de un equipo de trabajo dependerá muchísimo de su equipo. Su talento será tal si logra el compromiso, la aportación y también el buen protagonismo de su gente para que cada uno desde su lugar se sienta como si el proyecto fuese verdaderamente suyo, más que de su talento de cara al exterior. La cuestión no es si el líder puede solo o no, de hecho muchos músicos han logrado grandes carreras profesionales luego de sus años con una banda. La cuestión es saber contar con la habilidad de rodearse de los mejores y de hacerlos sentir como tales.
El éxito o el fracaso no son conceptos sólo unidos a la
empresa y conseguir uno o hundirse en el otro es algo más que posible, desde el
punto de vista de la gestión.
Las organizaciones pueden aprender mucho de las bandas de
rock, porque el mundo de la música ha
sabido combinar muchas habilidades humanas, muchos talentos más allá de lo
musical y, al hacerlo, ha generado enormes fortunas y riqueza. Hay mucho más tras el muro o prejuicio de
sexo, drogas y ‘rock and roll.
Gestionar un grupo, un proyecto, hacerlo crecer, innovar
o reinventar el modelo de negocio no son conceptos tan lejanos en estos mundos.
Una muestra de cómo la música ha sido capaz de provocar
algo que más de muchas empresas quisieran
es el sentido del orgullo de la marca, de
pertenencia, que provocan en sus “clientes” o fans. Son capaces de hacer
que su gente sea incondicional, que sean los encargados de hacer el mejor
marketing con su “boca a boca”, sus más fieles representantes estén donde
estén, y que hasta sean capaces de perdonar algún error cometido en la carrera,
tema que para una empresa es casi imposible de pensar, ya que un error
comercial le costaría la banca rota.
Conociendo ese sentido de pertenencia, y hasta las
pasiones que pueden en algunos casos despertar algunas historias y decisiones
de estas “empresas en Fa menor”,
pido su permiso para hacer algunas comparativas aunque lógicamente podamos
estar en desacuerdo con la historia, lo importante es el fondo:
1. EL LÍDER: es
la cara visible del grupo musical o empresarial. Génesis es un buen ejemplo de
cómo reemplazarlo sin que el ‘negocio’ se resienta, cuando Peter Gabriel
abandonó el grupo y fue sustituido por Phill Collins.
2. LA INNOVACIÓN: en
la música hay muchos ejemplos sobre innovación. Michael Jackson mezcló música,
coreografía y efectos especiales; Pink Floyd añadió luces e imágenes; y Queen
era una banda de rock que se atrevió con la ópera.
3. LA ESTRATEGIA: la
planificación es un concepto básico también en la música. Red Hot Chili Peppers
es un buen ejemplo de esto, ya que nunca se ha dejado llevar por los vaivenes
de su negocio y la irreverencia de Pearl Jam dando la espalda al supuesto
establishment del mudillo discográfico.
4. LA REINVENCIÓN: David
Bowie es músico, pero ha sido actor, productor discográfico, arreglista… Otro
ejemplo es Bob Dylan, tan poeta como músico. Ambos son casos de reinvención en
el mundo de la música.
5. LA MOTIVACIÓN: Metallica
devuelve en forma de conciertos la fidelidad que sus seguidores le han
demostrado. Madonna lleva más de 30 años sobre los escenarios y no parece que
esté agotada, se reinventa año tras año. Y por supuesto los reyes del Rock, sus
majestades Rolling Stone, que podrían estar sentados en la gloria de sus éxitos
y dólares, sin embargo dan lecciones de pasión, profesionalidad y coherencia.
6. EL CLIENTE:
como decíamos en párrafos anteriores es el fan de la empresa y es importante
escucharle. Los primeros en sufrir el fenómeno fan de forma masiva fueron The
Beatles.
Y son ellos, los eternos número uno, a los que siempre hacemos referencia por su
calidad musical a pesar de los años, por todo el legado cultural que implica su
solo nombre (The Beatles) en el mercado, además de la historia aportada a la música.
Pero ¿cómo John,
Paul, George y Ringo son tan o más famosos a pesar de los años que muchas de
las grandes empresas que lideran hoy el mercado?:
OBLIGADOS
A TRIUNFAR: Siempre que inicias un proyecto debes ser
realista y ajustarte a las realidades de tu empresa. Los Beatles seguían al pie
de la letra las indicaciones de su Manager y tenían claro que el éxito dependía
de su capacidad de adaptarse al entorno que vivían. Una vez teniendo fama y
fortuna, se dieron permiso para vestirse de manera libre, mientras tanto,
debían de seguir su plan estratégico a pie puntillas.
LOS
TALENTOS SE COMPLEMENTAN: Muchos historiadores de la agrupación,
señalan que uno de sus puntos fuertes era que los miembros tenían distintas
habilidades y sabían conjuntarlas; Queda claro que ninguna persona es igual a
la otra y también sus capacidades son diferentes, por ejemplo John Lennon era
un as con el juego de palabras, Paul McCartney sabia componer tonadas muy
pegadizas, George Harrison tenía un estilo muy espiritual y diferente con su
guitarra y Ringo Starr era el hombre común, igualmente talentoso y fácil de
identificarse con sus espectadores.
RIVALIDAD
AMISTOSA: La competencia interna, bien empleada y motivada, es de
gran utilidad para poder impulsar a un equipo para lograr sus metas. Lennon y
McCartney luchaban por superar, siempre, la última canción del otro, cada
sencillo era único, la “rivalidad” creativa entre ellos, esto lograba que
hubiera más interacción entre la agrupación, George Harrison también se veía
alimentado por esta sana competencia
para escribir canciones que se lograran comparar con las de Lennon y
McCartney.
RESPETO
JÓVENES, RESPETO: Elogiar constantemente a sus compañeros, era
casi una religión en los Beatles, este fenómeno se dio durante y después de la
separación de la agrupación, dejaron muy en claro que no se despreciaban,
mientras fueron un equipo todos los miembros se elogiaban constantemente. Es
indispensable que los grupos de trabajo tengan admiración mutua para fomentar
el respeto, los debates y así proteger la influencia de personas externas.
VISIÓN
COMPARTIDA: Un buen líder debe vender sus ideas al
equipo y también debe motivarlos para que den todo por esas visiones. Los
Beatles aprovecharon esta visión compartida y sin duda, transformaron la
industria de la música al retomar ritmos propios de los años 50, eso sí, con
nuevas armonías. El rock and roll es uno antes y después de los Beatles.
¿Cuántas empresas pueden decir que lo que venden es un antes o un después desde
su creación?
PELEAS
INTERNAS, UNIDAD EXTERNA: Los Beatles siempre mostraron una cara
de unidad y apoyo mutuo al público, pese a que tras bambalinas, en el estudio
peleaban fuertemente por detalles mínimos como inclusión de letras, arreglos y
aportes en las canciones, Pero esto jamás llegó a oídos de sus fans y mucho
menos de la prensa. Evidentemente luego de su desaparición las historias se
cotizaban y formaron parte de la eterna mítica por descubrir sus verdaderos
entresijos.
UN
BUEN EQUIPO DE APOYO: Mucho del éxito de los Beatles se derivó
gracias al impulso del director creativo y manager Brian Epstein y su productor
George Martin, sin la visión de estos dos líderes inspiradores, la banda jamás
habría salido de los bares de Liverpool.
Pensamos que las estrategias solamente derivan del mundo
de la empresa, y como hemos dicho muchas veces en estos post, la estructura de familia, los deportes y ahora
la música pueden darnos innumerables reflexiones. Las personas son siempre las
verdaderas protagonistas, y como buenos managers, debemos armonizar las mejores
melodías que nuestros equipos ejecutan, sin que pierdan la rítmica y tampoco la
pasión en la ejecución, para que puedan llegar a sus fans/ clientes de una
manera innovadora, abiertos de cuerpo y alma dando lo mejor de sí, y de esa
forma serán capaces de lograr ese “lovemark” que pueda perdurar por muchos
años y sobrevivir a las grandes tormentas.